Lara V.
Sin duda, si me volviera a casar (ojalá…), lo elegiría otra vez. A pesar de la situación actual, y que tuvimos que retrasar nuestra boda de mayo para agosto, a pesar de las bajas e inconvenientes que tuvimos, con ellos, todo fue rodado. Nos pusieron mil facilidades, y nos ayudaron con todo (¡gracias, Elena!). Recibimos muchos comentarios de nuestros invitados indicando que la comida estaba riquísima, y el trato espectacular, tanto de todos los camareros como del metre. Nuestra jefa de eventos era maravillosa, a la par que resolutiva, en todo momento estuvo a nuestro lado guiándonos (¡gracias, Indira! ¡Y, por supuesto, Raquel!). ¡La finca, la más bonita de todas para mí! Llena de vegetación, con mucho espacio, y al aire libre, perfecta para una boda de primavera-verano. Hicieron que un día que había tardado mucho en llegar, y que alguna que otra vez nos estaba costando sudor y lágrimas, fuera maravilloso.